Desde hace un tiempo cargamos con sensación que en la actualidad y de manera excluyente la vedette de la seguridad pública es una camarita conectada a un circuito cerrado de televisión y colgada en algún poste de alumbrado público. (A futuro nos referiremos a estas cuestiones.)
El recurso humano pareciera que no forma parte de la solución a brindar a la sociedad dentro de las distintas propuestas que se formulan como respuesta a esta preocupación ciudadana, también identificada como flagelo o como sensación subjetiva, dependiendo su bautismo de la vereda política en que nos encontremos.
No me opongo bajo ningún punto de vista al empleo y permanente incorporación de recursos tecnológicos de cualquier tipo que ayuden a brindar mayor seguridad o que sirvan para esclarecer cualquier tipo de hecho delictivo, pero lo me preocupa es la desvalorización de la persona dentro de los sistemas de seguridad pública de este país.
A que me quiero referir con esto? Me parece, humildemente, que el policía desde la función primordial de la prevención y la presencia en la vía pública se ha constituido en un recurso de baja calidad y por ende su salario se formaliza proporcionalmente a las prestaciones y a la calidad de la mismas, de otra manera podríamos decir que es una función laboral no calificada y por ende resulta ser bajo su salario.
A esta circunstancia de salarios bajos en policía también se ha referido EDMOND LOCARD (sí, el mismo que dijo “tiempo que transcurre, verdad que huye”) en la década del 30 del pasado siglo y cuyo análisis sobre la situación de la policía francesa de esa época merece un especial trabajo.
A fines de febrero de este año, el Diario Hoy de la ciudad La Plata, publicó un pequeño artículo en donde se refería a los aumentos que sufrían los precios de los diversos artículos que nos hacen falta hoy en día para vivir y los titulaba “…EN LA PROVINCIA SUBE TODO, MENOS LOS SUELDOS…”, en donde también hacía clara referencia a la línea de pobreza establecida en $2.118, es decir unos $70 por día para poder subsistir. ( http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-127113 )
Inevitablemente la tentación pudo más y el pecado se consumó al consultar por la web la escala salarial de los policías de la provincia de Buenos Aires, topando con ella a través de www.notibonaerense.com en donde se leía, el 29 de marzo de 2010, que a partir del mes de julio de ese año un Oficial de Policía del Sub-escalafón General ganaría unos $2.188,90, haberes que percibió hasta el aumento otorgado a partir del primero de marzo de este año. (http://www.notibonaerense.com/edis/20100329/fotos_g/graf12.gif )
Sin mucha necesidad de una calculadora llegamos a la conclusión que antes de disfrutar del aumento salarial, la base de la pirámide policial se ubicaba $70,90 por encima de la línea de pobreza, es decir podía vivir 12 días más que otros casi pobres.
Hoy en día un policía con la jerarquía más baja, según la Caja de Retiros Jubilaciones y Pensiones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, percibe mensualmente por trabajar obligatoriamente 48 horas semanales unos $2.990,38. (http://www.cajapolgba.org.ar/novedades/escala_03_2011.pdf )
Lo que todavía no busqué es en qué valor monetario se encuentra establecida la delgada línea de pobreza según los técnicos especializados de algún organismo estatal para el mes de julio del año 2.011.
Se los debo!
